Smog es una palabra híbrida, viene de la conjunción de dos palabras inglesas smoke = humo y fog = niebla, está formado por partículas con diámetros inferiores a 0,1 mm. Que se encuentran en suspensión en el aire. Algunas de estas pueden ser tóxicas para los seres vivos y/o corrosivas.
Este material particulado se origina en parte por degradación mecánica de materiales sólidos. Aparece en distintos humos y asociado a procesos industriales.
El plomo es utilizado como antidetonante para la gasolina, por eso es importante utilizar naftas sin plomo. También incluye partículas que contienen material radioactivo cuya peligrosidad reside en que pueden producir alteraciones genéticas, es decir; cambios en los caracteres hereditarios.
Pueden provenir de explosiones nucleares provocadas con fines bélicos o de accidentes en el manejo de materiales radioactivos. Los contaminantes gaseosos como el bióxido de azufre se producen cuando se quema carbón, coque o petróleo, dado que estos combustibles tienen azufre ya sea en forma de pirita o de compuestos orgánicos.
El trióxido de azufre se forma como resultado de la oxidación del bióxido de azufre y da lugar a la formación de nieblas ácidas por su interacción con la humedad atmosférica. El ácido sulfídrico aparece como resultado de la putrefacción y es notable por su olor ofensivo. Óxidos de nitrógeno: emisiones de automóviles, fuentes de combustión, gases emitidos por las industrias químicas, etc.
Oxidantes fotoquímicos: ozono, peroxialnitratos, aldehídos y otros compuestos químicos complejos son el resultado de las reacciones químicas entre los hidrocarburos no quemados (eliminados por los escapes de los automotores) y los óxidos de nitrógeno bajo la acción de la luz solar en un proceso llamado smog fotoquímico. Monóxido de carbono: la fuente principal son los vehículos, también las plantas industriales y otras operaciones que incluyen combustiones incompletas de materiales carbonosos. Bióxido de carbono: se produce por combustión completa de material carbonoso, si bien es un componente natural de la atmósfera aparecen en concentraciones anormalmente altas en centros urbanos.
Bióxido de azufre y partículas: Irritación, bronco obstrucción refleja e hipersecreción de mucosidad, en casos de contaminación aguda se ha observado aumento en la morbilidad, especialmente entre los enfermos, ancianos y personas debilitadas. En los niños expuestos a este tipo de contaminación se han observado problemas respiratorios y mayor prevalencia de enfermos pulmonares. Monóxido de carbono: dolor de cabeza, laxitud, etc.
Oxidantes fotoquímicos: ataques de asma, irritación de ojos, nariz y garganta.Las mayores pérdidas provienen del deterioro causado en los frentes de edificios, metales, textiles y pinturas, ciertas piedras y mármoles utilizados en edificios, especialmente los de naturaleza calcárea se deterioran cuando el contenido de bióxido de carbono es anormalmente elevado, si la humedad del aire es alta, pueden producirse soluciones ácidas que terminan por atacar y decolorar las piedras.
Además cuando el aire es húmedo y contiene bióxido de azufre este puede oxidarse transformándose en trióxido de azufre y dar lugar a neblinas o nieblas ácidas que perjudican seriamente al hierro y otros materiales. Otro aspecto adverso de los óxidos de azufre es que otorgan una pátina de óxido verdoso sobre las superficies de cobre.
Los óxidos de azufre y el ácido sulfúrico resultante deterioran papeles y textiles que se tornan amarillentos y quebradizos. El hollín y otras partículas oscuras se adhieren fácilmente a paredes y cielorrasos dándoles un aspecto desagradable y ruinoso
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